Una de las mejores herramientas que he utilizado para ayudar a mis clientes de coaching a ver las cosas desde otra perspectiva y conseguir mejores resultados es trabajando con distinciones.

En este artículo voy a elaborar un poco sobre la que considero que es la principal distinción que puede ayudarnos a progresar o bien a estancarnos si no somos conscientes de ella y en esta ocasión voy a enfocarla con cuatro ejemplos dirigidos a dueños de negocios.

La distinción a la que me refiero es la diferencia entre una mentalidad de LÍDER y una mentalidad de VÍCTIMA.

TODOS avanzamos por la vida en una de ambas opciones y ocasionalmente “saltamos” de una a otra pero lamentablemente la mayoría de las veces lo hacemos de forma inconsciente.

Mi trabajo surte efecto en mis clientes cuando tras comprender la distinción comienzan a utilizarla de forma consciente pues en ese momento se le quita “el mando” al sistema automático del subconsciente y se asumen las riendas de nuestras acciones de forma intencional tomando una decisión en el momento.

CUATRO EJEMPLOS PARA DUEÑOS DE NEGOCIOS

  1. El dueño (líder) usa su negocio para generar riqueza. La distinción sucede cuando el negocio usa al dueño. Esto sucede a tal grado que el dueño queda para el final del día totalmente desgastado; sin energía y preguntándose “¿a qué hora me metí en este negocio?”. Cuando se opera bajo la mentalidad de DUEÑO/LÍDER se enfocan las acciones del día hacia las áreas del negocio que nos inspira, motiva y eleva la energía. Lo que Ken Robinson llama “El Elemento” en su libro del mismo título o bien “su zona de flujo” como sugieren otros autores. Cuando se opera desde la mentalidad de víctima; es fácil terminar el día agotado reconociendo que la mayoría de las acciones realizadas no sólo estaban fuera de “su elemento” sino que obedecían más a la agenda de otros que a la suya propia.
  2. El dueño (líder) asume total responsabilidad por el éxito de su negocio. Quienes operan desde la mentalidad de víctima culpan a las circunstancias por las dificultades o “luchas” que enfrentan en su negocio. Un ejemplo que me encanta citar en este particular es cuando se llega la época navideña. En estas fechas la mayoría de negocios y especialmente proveedores de servicios alegan que llegó la época de la fiesta (o el descanso) porque en estas fechas no se vende nada. Alegan que la gente entra en “modo fiesta” desde noviembre y que no es sino hasta mediados de enero o febrero que se retoman las ventas. Mientras muchos operan desde esta mentalidad, otros (no muchos por cierto) decidimos asumir total responsabilidad del éxito de nuestros negocios y conseguimos resultados extraordinarios en las mismas fechas. Algunos ejemplos en la mentalidad de víctima dicen más o menos así: “es que con este clima no se vende nada…”; “con esta huelga es imposible progresar…”; y algunos en casa dirán… “es que si no fuera por mi suegra….” 🙂
  3. El dueño (líder) vive desde la mentalidad “de adentro hacia afuera” (inside-out); asignando tiempo diario para profundizar y conectar con sus metas, sus sueños y sus valores para luego buscar la forma de proyectarlos/crearlos en el mundo externo. Los dueños con mentalidad de víctima viven bajo la mentalidad “de afuera hacia adentro” (outside-in); van al trabajo y se dedican a apagar incendios y resolver problemas externos; como si el negocio le empleara a él y no al revés.
  4. Los dueños se apropian de su energía y creatividad para aplicarla a sus negocios. Se adueñan/apoderan de sus negocios; de los números; de los retos y utilizan su creatividad y energía para controlarlos. Quienes operan desde la mentalidad de víctimas usualmente le huyen a esas cosas. Aquí se escucha a dueños de negocios que no tienen idea de cuánto es su volumen de ventas o quién es su cliente estrella o cuál es la comparación del mes actual con respecto al año anterior. Tampoco quieren saber de problemas o retos y hasta se molestan cuando alguien se los presenta.

Podría seguir adelante con una gran serie de distinciones que son una realidad en la vida de la gran mayoría de hombres y mujeres de negocios.

La realidad es que estas distinciones aplican muchas veces incluso en empresarios que llevan negocios muy exitosos. De hecho, en muchos casos, el mismo éxito de sus negocios les genera puntos ciegos que no les permite ver la oportunidad de ir más allá y llevar sus negocios a otros niveles si tan solo lograran ser conscientes de saber desde qué mentalidad están operando.

Si usted logra bajar las revoluciones de su día y le presta atención a estos cuatros ejemplos que le comparto; le aseguro que los resultados de su negocio podrían cambiar positivamente de forma sorprendente.

No es por casualidad que en las grandes empresas FORTUNE 500 se esté invirtiendo sumas millonarias en áreas como el coaching, programas de bienestar (wellness), yoga y meditación entre otros…

Hoy día los empresarios están comenzando a comprender que las razones y respuestas para el éxito de sus negocios no se encuentran “allá afuera” sino más bien “adentro” de sí mismos.

Imagine entonces lo que podrían lograr pequeños y medianos empresarios cuando decidan explorar las vastas posibilidades que yacen en su propia creatividad; ¿qué podrán lograr cuando aprendan a operar desde una mentalidad de crecimiento; una mentalidad de líder?

Y usted… ¿Desde qué mentalidad está operando su negocio?

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