En el artículo anterior (Un líder conoce el camino y muestra el camino) les compartí un aprendizaje tomado de mis recientes vacaciones mientras visitaba el Parque Nacional Manuel Antonio en Costa Rica. Al final del artículo les adelanté que escribiría este en cuanto volviera a casa para acompañarlo junto a una fotografía que me hizo pensar en el título de este artículo.
Temprano en la caminata por los senderos del parque junto a mi esposa y mi hijo, nos encontramos con un mono cariblanco junto a la baranda de un pequeño mirador. Había varios turistas
tomándole fotografías; entre ellos mi persona y fue muy divertido y fascinante ver al lindo animal haciendo sus “monadas” frente a propios y extraños. Estuvimos allí algunos minutos y luego proseguimos nuestra caminata por otros senderos.
Teníamos ya más de una hora caminando y tomamos un nuevo sendero que nos llevaría a un maravilloso mirador hacia el mar cuando poco adelante nos volvimos a encontrar con otros curiosos monos Cariblanco; esta vez estaban uno a cada lado del sendero a nivel del suelo; yo iba delante de mi familia y detrás de nosotros venía una pareja de turistas extranjeros; el caso es que en cuanto nos acercamos, el mono que estaba al lado derecho del sendero cruzó inmediatamente hacia donde estaba su compañero al lado izquierdo y se subió encima de él; al mismo momento que ambos literalmente pelaron sus dientes (colmillos más bien) y claramente se veían en posición de atacar.
Yo de monos sé lo que han de saber ellos sobre Liderazgo; sin embargo, mi esposa por otro lado y gracias a las enseñanzas de National Geographic y Animal Planet pudo ver más allá de lo que yo quería aceptar…al parecer los monos por alguna razón estaban protegiendo su espacio y nosotros estábamos a punto de convertirnos en una amenaza a su entorno.
Creo que está de más decir que la adrenalina subió en cuestión de segundos, la toma de decisiones fue inmediata y afortunadamente acertada. Lentamente di un paso atrás (mientras tomé la foto, eso sí 😀 ) y mi esposa e hijo retrocedieron; la pareja que iba detrás de nosotros se devolvió a tomar otro sendero y nosotros nos esperamos un poco (ya mucho más lejos de los monos) a ver qué pasaba.
Casi de seguido, una vez que nos retiramos, los monos se adentraron en el bosque y nos dejaron el paso libre. Muchas cosas cruzaron por mi cabeza; una de ellas fue lo mucho que nos hubiera servido tener un guía en ese momento; y otra era, cómo reaccionar en esa situación sin caer en pánico y empeorar las cosas.
De todo esto puedo sacar varias conclusiones para ligarlas a nuestro blog y no desviarme tanto del tema de liderazgo; te comparto cuatro de ellas:
- “No todo el que te pela los dientes es tu amigo”: Al inicio de la caminata nos encontramos con un mono amigable que nos divirtió y entretuvo el momento que estuvimos ahí; sin embargo, minutos después, otro mono similar nos pegó tremendo susto y perfectamente pudo atacarnos. Así, en el día a día de nuestra vida, pasa similar. Muchas veces nos topamos con personas que un día te acompañan, divierten y por qué no, hasta te ayudan a hacer más entretenido el día y por otro lado o en otras circunstancias, otras personas buscan la manera de atacarte a costo de encontrar sus propios beneficios. Que esto suceda no significa que debamos abandonar nuestra ruta; ni mucho menos que dejemos de confiar en todos; simplemente nos ayuda a comprender que hay que estar alertas para saber reaccionar cuando corresponda sin que esto te lleve a abandonar tus proyectos.
- “Un líder no lo sabe todo, ni tiene por qué saberlo; pero si debe saber escuchar”: En su momento, yo lideraba la ruta que llevábamos; sin embargo, cuando sucedió el obstáculo que encontramos, fue mi esposa quien tomó la palabra, propuso la solución y me impulsó a tomar la decisión de retroceder (por dicha iba con ella sino seguro no estaría escribiendo este artículo :-p )
- “Planee para lo inesperado”: Es difícil hacer planes para algo que desconocemos pero como líderes, es nuestro deber cuestionarnos que escenarios podrían suceder y tratar de planear “rutas de evacuación” o planes de acción ante esos escenarios. Ciertamente no lograremos adivinar todo lo que podría pasar pero al menos, planear esas contingencias nos darán herramientas para tomar decisiones más rápidas y acertadas cuando se necesite. Nosotros en este caso, nunca consideramos que pasaría si nos encontrábamos con unos monos en nuestro camino; ¿nos devolvíamos?, ¿nos esperábamos?, ¿avanzaríamos?
- “Evalúe lo sucedido”: Nunca supimos la razón por la cual los monos se comportaron de esa manera cuando llegamos (aparte de que son salvajes por supuesto) pero al revisar la fotografía que tomé, parece que no me estaban mirando a mí; sino a alguien o algo más detrás de mí. Nunca lo sabremos, pero afortunadamente en las organizaciones es un poco más fácil hacer estos análisis para identificar cuál fue el obstáculo, por qué sucedió y sobre todo, cómo podemos evitar que suceda.
Con este artículo espero que si algún día vienes a estos hermosos parques, consideres nuestra experiencia para estar más preparados de lo que estábamos nosotros y si estás en “la jungla” de los negocios, consideres estos consejos para tener una mejor experiencia en tu ruta hacia el éxito.