Tomo esta frase prestada del autor y conferencista motivacional Bob Proctor para compartir contigo este artículo.
De moda ha pasado ya el tiempo en que se creía que el jefe o gerente debía mantener firme su posición de “alpha” líder y que por ninguna razón debía mostrarse vulnerable y mucho menos permitir que siendo el jefe, otro tomara decisiones o mostrara el camino según las circunstancias.
Lo cierto es que aunque ese fue el modo de operación de grandes industrias desde hace muchas décadas, el modelo de liderazgo ha venido cambiando con el tiempo y hoy día ese modelo autoritario de “macho líder” (porque incluso era difícil ver a una mujer en posiciones de mando) ya no tiene cabida ante las nuevas necesidades que enfrenta nuestro mundo.
Como líderes del siglo XXI, es imprescindible tener presente y conocer, cuándo es tiempo de liderar y cuando es tiempo de hacerse a un lado y permitir que otras personas; llámese colaborador, compañero o incluso superiores tomen el control y lideren.
Para muchos esto representa un gran reto pues siguen luchando aún en contra del cambio; lastimosamente muchas personas con posiciones de influencia siguen “amarradas” a las antiguas prácticas y se rehúsan a comprender que no está mal hacerse a un lado y reconocer que no lo saben todo.
Ya en otro artículo comentaba que no existe el líder “Súper Héroe” y que por el contrario, es notable cualidad cuando el líder se preocupa por desarrollar a otros y ayudarles a potenciar sus habilidades incluso hasta el punto de asumir sus propias tareas; eso implica según la situación, permitir que otros lideren.
Demuestra gran sabiduría entonces reconocer cuándo pasarle el gafete de líder a un colaborador y más aún, demuestra humildad lo cual te ayudará a fomentar mejores lazos con tu equipo que a la postre incrementará la confianza y te llevará a crear equipos fieles y exitosos.
Nadie ha dicho que liderar sea fácil pero no por eso tiene que ser solitario; si aceptas el beneficio de convertirte en un líder en crecimiento sin importar los años o días que tengas liderando, encontrarás el gran valor que tiene trabajar junto a otras personas quienes con sus conocimientos aportan cada día al éxito en conjunto ya tu propio desarrollo.
Espero que tú ya hayas aceptado la inminente necesidad de ser un colaborador más del equipo pero con un rango diferente en vez de un jefe solitario en la cima de una montaña que cada vez incrementa más su pendiente. Si no es así, nunca es tarde para dar el primer paso y demostrarle a tu equipo que confías en ellos y en los resultados que pueden tener haciendo sinergia.