He querido comenzar este blog con una palabra que bien utilizada fácilmente marca un antes y un después en nuestra vida…una palabra que es mas fácil decir que ejecutar; esa palabra es “Determinación”.
Un verdadero líder no solo debe predicarla de palabra sino también con hechos y cuando hablo de un líder no me refiero únicamente a aquellos con un puesto de mando en una organización sino también a aquellos que en sus ámbitos laborales son escuchados por la mayoría, me refiero también a un padre de familia y hasta aquel extraño visitando un pueblo en el que sucede un terremoto e inmediatamente debe tomar acciones para ayudar a los damnificados a su alrededor.
La determinación es aquella que te saca de la terrible tentación de darte por vencido ante las dificultades, es aquella que te impulsa a conseguir soluciones alternas, aquella que te lleva a conseguir tus metas sin importar cuantos intentos fallidos (nota que no digo fracasos) hayas tenido en el camino. De acuerdo a la Real Academia es sinónimo de osado o valeroso.
Te cuento una historia que ilustra esta palabra aunque no necesariamente en un contexto de liderazgo sino mas bien en un contexto personal, es una historia de amor.
Érase esta pareja muy jóven de edad que aunque estudiaban en diferentes colegios sus vidas se cruzaron mientras vendían pan los fines de semana en un negocio de la capital. Se hicieron amigos y disfrutaban mucho cada momento que compartían durante sus largas jornadas de fin de semana para ganarse algo de dinero que usaban para ayudarse con sus estudios de colegio.
Tiempo después dejaron de trabajar en el mismo lugar pero fue el tiempo también quien se encargó de volverlos a encontrar y retomaron la amistad…habrían pasado ya unos tres años desde su primer encuentro. Poco después esta pareja decidieron ser novios y comenzaron una nueva y esperada etapa siendo aún estudiantes de colegio. Ese período fue hermoso pero como en toda relación comenzaron los tiempos difíciles, las discusiones, muchas sin sentido…y ella así como hermosa era igualmente decidida y llegó ese día en el que decidió no seguir adelante con esa relación; hasta aquí llegó el noviazgo.
El joven se marchó, increíblemente triste y molesto pero consigo mismo pues cayó en razón de sus absurdos errores que provacaron tan dificil decisión en su gran amor, su Reina como le decía él.
Sucede que este jóven ya trabajaba para entonces y desde tiempo atrás había comenzado a trabajar para su suegro como electricista. Decidido a recuperar a su reina, comenzó a visitar a su suegro con la excusa de revisar los planos de las construcciones pero con el único fin de volver a ver aunque fueran cinco minutos a su amada. Y en esas visitas, entraba ella y al darse cuenta de su precensia simplemente pasaba directo hacia su habitación ignorando por completo al visitante del día. Así siguió pasando por varios fines de semana; tres meses para ser exactos mientras el joven determinado a conseguir su objetivo obviaba esos desplantes que sentía en su corazón pero que apartaba de su mente para conseguir su meta; sabía que tenía el valor suficiente para seguir “poniendo la otra mejilla” hasta conseguir nuevamente una mirada de esa mujer que le robó el sueño y el corazón.
Al margen de esos tres meses, sucedió “el milagro”. Ella se vió obligado a visitar al joven tenaz e incistente para devolverle un libro y ese fue el momento, el joven no dudó en ofrecerze a acompañarla a tomar el bus y ella accedió. Esa caminata terminó en un McDonalds y luego en un autobus de regreso a la casa de ella tomados de la mano…el universo volvió a tomar sentido, comenzaba de nuevo a escribirse la continuación de esa historia de amor…esa bella y decidida joven no pudo contra la determinación de alguien que supo identificar sus errores y trabajar no solo para corregirlos sino también para retomar el curso de esa hermosa relación. Esa bella joven es hoy luego de quince años mi esposa, mi compañera, mi Reina…la madre de nuestro hermoso hijo y soporte de este feliz servidor quien gracias a la ayuda de Dios y a su determinación por no dejar ir la mujer de su vida supo luchar e insistir para continuar desde ese día al lado de ella; aún en esos momentos difíciles que enfrentamos en nuestras vidas.
Determinación…una palabra que marca un antes y un después en nuestras vidas si estamos decididos a dejarla fluir e influir en nuestras acciones.
Incluye esta palabra en tu día a día y verás como comenzarás a alcanzar cambios positivos en tu vida.
Si eres padre de familia, aplícala en mantener vivo tu matrimonio y felices a tus hijos, si tienes un puesto de mando, no permitas que las dificultades del día te detengan, lucha, insiste, actúa pero no te detengas, sigue adelante. Si quieres viajar trabaja por ello, no desistas; si estás enamorado insiste y si no eres correspondido, no consideres eso como un fracaso, míralo como un intento fallido y una oportunidad para mejorar tu próximo intento.
Se necesita valor para luchar por nuestros objetivos sin darte por vencido en el intento pero tú puedes hacerlo, si realmente lo quieres.
Les dejo mis amigos con un ejemplo de determinación que encontramos en el libro mas vendido del mundo…La Biblia. Marcos 2,11. Les invito a leerlo y me encantaría que me compartan sus comentarios. Bendiciones!