Este año 2014 tuve la oportunidad de recibirlo desde uno de los parques Disney en California y qué mejor que escribir mi primer post de este año compartiéndoles un poco de algunas experiencias vividas que me llamaron poderosamente la atención y que considero una lección aprendida.
Primero quiero comentarles que esta fue mi primera visita a un parque Disney; para ser honesto, si bien en algunos momentos había cruzado en mi cabeza la idea de visitar uno de estos parques, debo decir que no era nada que me quitara el sueño sin embargo, una vez vivida la experiencia me vi en la obligación de escribir este post.
Hace poco tiempo leí sobre una entrevista que le realizaron a Roy Disney (hermano de don Walter Elías Disney (Walt Disney) ) el día en que se inauguró el parque temático Walt Disney World en Florida, USA (en el año 1971). Cuentan que el reportero que acompañaba a Roy le exclamó: “que lástima que Walt no haya podido ver esto” (debido a que falleció 5 años antes cuando apenas estaba en construcción); a lo cual Roy le respondió: “se equivoca; es porque Walt pudo verlo que usted y yo lo estamos viendo ahora”.
Roy sabía que su hermano Walt era un visionario y que para que ese parque se hubiese construido, definitivamente Walter ya lo había visualizado y había estado ahí en su mente.
Una característica más de Walter es que su principal meta con la construcción de estos parques temáticos fue la de hacer feliz a la gente y con ello la creación de su slogan que dice: “where dreams come true” (“Donde los sueños se hacen realidad”).
Después de 14 horas continuas dentro de uno de estos parques, puedo decir que el sueño de este señor se hizo realidad y que impresionante es ver que después de 48 años desde su fallecimiento, a la fecha su legado se mantiene y basta con cruzar esas puertas para lograr que las personas se transporten a un espacio, un lugar en el cual solamente se pueden ver sonrisas y alegría.
Pude ver adultos montados en los “caballitos” o carruceles; jóvenes y adultos conduciendo solos junto a muchos niños los “carritos chocones”. Adultos mayores atendiendo en las atracciones con más energía que muchos jóvenes de hoy en día.
La alegría de mi hijo es indescriptible, pero así también era la mía y la de mi esposa…Asombro por un lado, alegría por otro, sonrisas después…el tiempo pasaba y no se sentía. Realmente logró Walt Disney por medio de un parque que es más que un parque, hacer que las personas olviden sus cargas del día y compartan con personas de todas las edades una misma alegría.
No puedo cerrar sin comentar acerca del Servicio al Cliente; es sencillamente impresionante ante las dimenciones de un parque como éste el pensar en la cantidad de colaboradores que deben trabajar para hacer realidad el sueño de Walter cada día pero impresiona aún más cuando identificas en todos ellos el mismo factor común, una alegría y energía sincronizada que te preguntas de donde sale??? Qué tienen en común una jóven atendiendo una tienda, un muchacho barriendo y un adulto mayor cuidando y guiando la entrada a un teatro dentro del parque? Que todos ellos y muchos otros más te atienden con una gran sonrisa (no finjida) y se anticipan a tus necesidades. No pude evitar preguntarme constantemente cómo logras tal efecto en tanta gente y mientras más lo pienso, más relaciono la palabra “felicidad”. Si eres feliz en lo que haces no estás realmente trabajando. Creo que Walt no solo pensó en la felicidad de sus visitantes sino también de aquellos que le ayudaran a hacer su sueño realidad, a dejar un legado.
Gracias a Walt Disney puedo decir que inicio este 2014 con tres palabras para desarrollar durante este año: Visión, Feliz y Legado.
Tú tienes alguna palabra que sea tu estandarte para este año? Si no la tienes aún te invito a que pienses en alguna o algunas o te comparto las mías. Si las mantienes presente durante todo el año, te aseguro que cuando den las doce campanadas de año nuevo podrás mirar atrás y te sorprenderás de todo lo que has logrado.
Aquí les dejo mis mejores deseos para este 2014, al lado de mi familia: