Hace unos días publiqué el primer artículo de una serie sobre el tema de la influencia (ver artículo aquí); y hoy quiero compartirles un poco acerca de la importancia que tiene la Integridad como componente esencial para influir sobre las personas.

Precisamente sobre este tema, el expresidente de los Estados Unidos Dwight D. Eisenhower dijo:

Para ser líder, el hombre necesita seguidores. Y para tener seguidores, el individuo debe tener confianza. Por lo tanto, es incuestionable que la cualidad suprema del líder es la integridad. Sin ella, no puede alcanzar el éxito verdadero, ya sea en un grupo de trabajo, un campo de fútbol, en el ejército, o en una oficina. Si los relacionados de alguien ven que le falta integridad, la persona fracasará. Sus enseñanzas y acciones deben cuadrar entre sí. De ahí que la primera gran necesidad, sea la integridad y un alto propósito.

Todos sabemos que un liderazgo sin confianza, no es liderazgo; una relación sin confianza, muere! y no hay forma de desarrollar confianza sin integridad. Si usted desea convertirse en una persona de influencia, en definitiva la integridad no es una opción.

Para convertirse en una persona íntegra o bien mantenerse de esa manera, permítame compartirle cuatro sugerencias:

  1. Comprométase a ser honesto, formal y confiable: no espere a enfrentar una situación difícil y comprometedora para definir su integridad. Sea consciente de cómo reaccionará desde antes de que algo suceda para que cuando llegue el momento no dude en tomar la decisión correcta.
  2. Decida previamente que usted no tiene precio: Creo que la frase de George Washington lo dice todo: “pocos hombres tienen la virtud de resistir al que más dinero ofrezca“. Muchas veces se han roto compromisos por la falta de convicción ante el momento de la tentación; tal vez a usted le ha pasado o lo ha visto pasar; cuántas veces personas han tomado decisiones por dinero dejando de lado compromisos para pocos días después darse cuenta del error que cometieron; su falta de integridad rompe la confianza y el retorno se complica.
  3. Concéntrese en las cosas menores:  Dice Maxwell que la honestidad es un hábito que se fija haciendo lo correcto en todo momento. Si descuidas los detalles pequeños pensando que nadie los ve o que no causarán mayor impacto, es más probable que te equivoques en las decisiones grandes o dicho de otra manera, si eres recto y justo en las decisiones pequeñas, será muy difícil que te dejes caer en la tentación de las cosas grandes.
  4. Haga cada día lo que debe antes de lo que quiere: el reconocido orador Zig Ziglar dijo una vez: “Si uno hace las cosas que tiene que hacer cuando las debe hacer, llegará el día en que pueda hacer las que quiera cuando lo desee“. Muchas veces es más fácil procrastinar que enfrentar la realidad de las cosas que se deben hacer aunque no necesariamente sean las que nos agraden. El problema de postergar las cosas es que rápidamente se convierte en un hábito y éste mal hábito no es un buen aliado de la integridad.

Todos de una forma u otra tenemos influencia sobre una o muchas personas; sin embargo, el impacto que tenemos sobre esas personas estará siempre estrictamente ligado a la integridad que demostramos. Recuerda que perder la confianza en alguien es como tomar una hoja de papel y arrugarla en tu mano; podrás estirarla de nuevo pero nunca quedará igual de lisa que al principio.

¿Te acuerdas de algún líder que haya faltado a la integridad? – ¿se habrá visto impactada su influencia?

Espero que este artículo te sea de utilidad y si te ha gustado, te invito a compartirlo para que me ayudes con ello a desarrollar más líderes.

Recuerda que pronto estaremos realizando el seminario “Seamos Personas de Influencia”; si deseas llevar tu liderazgo a otro nivel, puedes contactarnos para brindarte más detalles.

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