En uno de los libros que estoy leyendo me encontré que le hicieron una peculiar pregunta a un grupo muy diverso de personas; la pregunta decía: ¿Dónde te ves en este momento?
De las variadas respuestas que publicaron, hubo una que capturó mi atención; ésta venía de un “exitoso” hombre de negocios de 53 años de edad y decía: “…siento como si mi vida fuera una película que ya casi termina, y ni siquiera he comprado las palomitas aún…“
Esta frase me cautivó…te has hecho una pregunta similar? si te la haces ahora, obtendrás la respuesta que quieres escuchar?
Llega siempre un momento en la vida en que debes hacer una pausa para preguntarte que has logrado? que has hecho hasta ahora?
Te invito a que hagas un recuento de esos sueños que tenías cuando niño y analiza, cuantos has logrado realizar? Uno, todos, muy pocos? Será que en alguna parte del camino hemos tomado la desviación equivocada?
La película de la vida avanza pero como toda película por buena o mala que sea, en algún momento tiene su fin; la pregunta es, que tipo de película es la tuya? Porque hay películas de terror, otras de fantasía, acción o romance y algunas historias de vida motivacionales.
Yo personalmente veo la película de mi vida como una de estas últimas…motivacional; y no lo digo porque hoy día el tema de la motivación me apaciona sino porque en mi caso si he tenido la oportunidad de hacer una pausa breve para analizar en donde estoy, que he logrado y sobre todo hacia donde quiero llegar y considero que es de esas motivacionales porque según la película ha avanzado he tenido alegrías y tristezas; más de las primeras que de las segundas afortunadamente, he tenido desaciertos, discusiones, agotamiento y experiencias maravillosas. Al tomar toda esa serie de elementos, he decidido que la película es motivacional y sigo trabajando cada día en que así sea porque a pesar de los desaciertos, dolores y dificultades que he vivido, he logrado hacer de ellos una experiencia más que una desgracia y con el aprendizaje adquirido trabajo cada día ahora no solo para que mi vida sea mejor sino también para contribuir a que la vida de alguien más mejore.
En la película de mi vida, yo soy el actor principal y procuro cada día no cederle ese campo a actores secundarios que aunque me acompañan en la filmación son también los principales en su propia película.
Ojalá que si hoy te hacen la misma pregunta que mencioné al principio, tu respuesta no sea similar a la de este “exitoso” hombre de negocios quien ni siquiera ha podido disfrutar de palomitas…
Si no has tomado el liderazgo de puesto como actor principal, este es el momento para hacer esa pausa y tomar la decisión de cambiar el rumbo de tu película hacia un final feliz.