Siendo alguien que capacita y brinda servicios de coaching a empresas y emprendedores para ayudarles a ser más productivos y desarrollar equipos comprometidos, deseo comentarles por qué creo que el coaching no sólo podría salvar su negocio sino hasta su vida personal.
Es común encontrar empresas que se consideran a si mismas exitosas; sin embargo, si profundizamos un poco con el Gerente General y algunos otros gerentes y colaboradores, es común encontrar a nivel personal síntomas como cansancio, des-motivación, “sobre carga” laboral, poco tiempo con la familia, actividad física descontinuada y la lista sigue…los cuales nos revelan que el éxito de la empresa no necesariamente se ve reflejado en el individuo y esto a la postre pasa su factura.
Puede ser que usted sea una persona muy comprometida con su trabajo, que busca la forma de auto-motivarse y que al perseguir sus metas obtiene la energía necesaria para enfrentar su día lo cual es excelente pero hay que aceptar que esos factores encuentran una serie de situaciones que compiten a diario restándole energía y enfoque a su día.
El esfuerzo por mantener una empresa o por llevarla a un nuevo nivel, podría fácilmente repercutir en sus relaciones familiares, en su salud, espiritualidad y aunque suene contraproducente, hasta en sus finanzas y la mala noticia es que esto es un proceso doloroso y que usted podría estar sufriéndolo aún sin ser consciente de ello; la buena noticia es que no tiene por qué pasar por esto solo/a. Aquí es donde un proceso de coaching no solo puede brindarle grandes insumos para llevar su negocio a otro nivel sino que también le ayuda a lograrlo sin sacrificar las otras áreas de su vida que son igualmente importantes manteniendo así un balance adecuado.
El coaching ejecutivo es un forma muy particular de desarrollo de liderazgo; la cual se realiza de forma personalizada, incrementa el nivel de consciencia de la persona (coachee), le acompaña en un proceso de auto-descubrimiento y le motiva a mantener su compromiso por enfocarse y realizar las tareas que usted mismo/a considera que pueden brindarle mayor beneficio tanto a nivel personal como profesional. Es un proceso que ayuda a la personas a moverse de tomar decisiones “automáticas” que se encuentran en el plano consciente hacia explorar otras alternativas que se encuentran en el plano subconsciente.
Si usted siente que necesita “un clon” para lograr sacar adelante todas las cosas que comprende su trabajo y vida personal, podría ser un buen momento para pensar en un coach. Aquí le comparto algunos síntomas que es importante monitorear:
- Comparte muy poco tiempo con su familia: normalmente el tiempo (o la falta de él) termina siendo el culpable de no poder compartir más con nuestros seres queridos; sin embargo, el tiempo es el mismo para todos. Tanto usted como yo tenemos 24 horas cada día; lo que es realmente importante, es la manera en que distribuimos el tiempo y si somos conscientes de cómo lo estamos empleando.
- Poca o nula actividad física: La demanda laboral termina siendo por lo general la culpable de no lograr invertir en mi propia salud por medio de una actividad física apropiada. ¿Cuántas veces a la semana practica algún deporte o actividad física? ¿Qué le previene de hacerlo?
- “Sobre-carga”: Siente que su lista de cosas por hacer es interminable; trabaja más de ocho horas y sin embargo al finalizar el día siente que no hizo nada y su lista se ve casi igual. No logra enfocarse en una tarea sin que le distraigan por otras más que requieren atención. ¿Le suena familiar?
- Falta de motivación: El agotamiento que siente es tal que prefiere más el “GDEV” (Gracias a Dios es Viernes) que el “GDEL” (Gracias a Dios es Lunes). ¿No siente la misma energía que tenía antes para levantarse y dirigirse al trabajo? ¿Siente que preferiría estar haciendo otra cosa pero no sabe qué?
- Sacrificio: Cuando se intercambia el “éxito” por calidad de vida se terminan tomando decisiones que no se desea tomar tal como elegir entre ¿voy al trabajo o me quedo en casa?, ¿trabajo horas extra o voy a visitar a mis padres?, ¿sigo mi corazón o me apego a la “seguridad” de mi trabajo? – ¿Le ha pasado?
Éstos son solo algunos síntomas que pueden servir para considerar si se necesita ayuda y en este caso, tener un coach es lo indicado. Si sufre de alguno o todos estos síntomas puede parecer muy difícil salir adelante pero como mencioné antes, no necesita hacerlo solo; es más, procurar hacerlo solo significa en realidad postergar la oportunidad de recobrar la paz y poder tomar decisiones más claras, concisas y acertadas.
Con un Coach usted puede transformar su perspectiva y volver a un punto donde se sienta satisfecho, emocionado y comprometido con lo que hace; eso le devolverá vitalidad y energía para emprender nuevos proyectos y celebrar nuevos triunfos.
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