Cada día surgen nuevas estrellas del entretenimiento, nuevos Record Guiness, nuevas estrellas “Michelin” en el campo de los restaurantes y nuevas empresas encabezando los rankings de ganancias en Wall Street.
De la mano con esos nuevos vencedores hay una lista interminable de personas, empresas, restaurantes, organizaciones y hasta países que continúan intentando convertirse en vencedores; ¿qué es lo que causa la diferencia entre los que logran el triunfo y los que no?
Muchos dirán que el trabajo duro; los más académicos dirán que el estudio; otros cuantos apelarán a la suerte…yo considero que hay dos factores primordiales que marcan la diferencia; se los comparto a continuación:
- SU DEFINICIÓN DE FRACASO: A menudo consulto en mis conferencias ¿qué es lo opuesto a éxito? y a menudo la respuesta que me dan es: fracaso. Nada más lejos de la realidad pero desafortunadamente se nos ha venido “programando” desde pequeños haciéndonos creer que no lograr los resultados (“éxito”) significa ser un fracasado; si en la escuela no apruebas los exámenes “fracasaste“; si hiciste la prueba de manejo y la fallaste entonces “fracasaste” y así sucesivamente nuestro sub-consciente fue entrenado para creer que lo opuesto al éxito es el fracaso y que cada vez que no aciertas eres un fracasado. Fracasar no es lo mismo a ser un fracasado; la diferencia está en el siguiente punto pero antes de pasar a el, déjame decirte por si no lo sabías que el opuesto a éxito es MEDIOCRIDAD. Es la mediocridad la cuna de la zona de confort y ésta nos aleja cada día más del éxito. Un restaurante mediocre nunca recibirá una estrella Michelin; un deportista mediocre no gana medalla de oro en las Olimpiadas y un país mediocre no llega a ser ejemplo de primer mundo. El fracaso, es hermano gemelo del éxito y siempre caminan juntos.
- ACTITUD: Siendo conscientes de que el fracaso es parte intrínseca del éxito, lo segundo que puede prevenirnos de acercarnos a nuestro objetivo, es la actitud. ¿Cómo reacciona cuando se cae?, ¿Cómo reacciona cuanto el cliente que tanto le interesa, le rechaza?. Quizá usted sabe andar en bicicleta y puede que como yo haya tenido la oportunidad de enseñarle a su hijo/hija u otro niño a andar en bicicleta. Las primeras veces hay temor y fijo pasa lo inevitable; de seguro se cae pero ¿que sucede después?. Usted que le está ayudando le inspira y motiva a volver a intentarlo y aunque el niño no quiere intentar, es precisamente la actitud la que permite volver a insistir e insistir y así varias veces hasta que sin darse cuenta ya va conduciendo su bicicleta sin ayuda. Estoy convencido de que la actitud es una de las principales causas de no alcanzar el éxito. Una mala actitud consigue despidos, enemistades, clientes insatisfechos, proveedores molestos, colaboradores frustrados y hasta familias separadas.
Bien se dice que no existe una receta para el éxito pero si de algo estoy seguro es que estos dos ingredientes son parte segura de la receta para el fracaso.
“Las buenas actitudes entre los jugadores no garantizan el triunfo de un equipo, pero las malas actitudes sí garantizan su fracaso “
Cuénteme, ¿Qué está dispuesto a hacer usted para convertirse en un vencedor?
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