Este post lo escribo con mucho sentimiento ante la noticia del fallecimiento de un familiar con quien compartí muchas experiencias durante mi niñez.
He querido escribirlo porque junto con el dolor que me genera su partida, no pude evitar pensar en lo corta que es nuestra existencia y lo importante que es construir a diario nuestro legado.
Justo ayer tuve la oportunidad de terminar de facilitar un Grupo de Mentes Maestras y precisamente correspondía estudiar la última de las 21 Leyes Irrefutables del Liderazgo; la cual es la Ley del Legado.
No me canso de insistir en que todos somos líderes de nuestra propia vida y para bien o para mal, las decisiones que tomamos no solo repercuten en nosotros mismos sino también en muchas personas a nuestro alrededor. Qué importante es entonces tener esto presente y día a día ir construyendo nuestro legado como el constructor que edifica una gran pared; poco a poco, un bloque a la vez pero bien puesto.
Mientras recuerdo los gratos momentos que compartí con mi primo cuando éramos niños, no puedo evitar recordar las palabras de un gran amigo y colega quien cierra sus charlas diciendo: “Lo único malo que tiene esta vida…es que es muy corta”
Cuanta verdad en esas palabras; normalmente dejamos que el estrés del trabajo afecte nuestras emociones, que el trajín de nuestra vida nos quiera llevar como tren sin rumbo; que las dificultades banales nos separen de visitar, besar, abrazar y compartir con nuestros seres queridos…ahh pero cuando ya no están…vienen entonces las lágrimas y el dolor. Pero, ¿por qué lloramos? es acaso porque esa persona se fue o será por darnos cuenta que tuvimos la oportunidad de compartir más tiempo con ellos pero no lo hicimos?
No es fácil desligarse de las dificultades del trabajo y la vida cotidiana pero si se nos hace fácil desligarnos y muchas veces distanciarnos de las personas que amamos; ¿será que ilusamente pensamos que siempre estarán ahí para nosotros?
Hoy quisiera preguntarte, ¿te has puesto a pensar cuál será tu legado?, ¿quien te recordará cuando ya no estés? o como dice el título de este post: ¿qué te gustaría que la gente diga de tí cuando ya no estés?
Eleanor Roosevelt decía:
“La vida es como saltar en paracaídas; hay que hacerlo bien desde la primera vez“
No sé si la vida nos alcance para decir al final de nuestro tiempo que “lo hicimos bien” pero yo al menos no quiero que alguien diga que no lo intenté.
Si no lo has hecho aún, te invito a que medites acerca del legado que quieres dejar al partir; en este momento tu sola presencia impacta la vida de quien tienes cerca de ti. Puede ser alguien a quien no conozcas y sin embargo una sola sonrisa podría cambiar su mundo, su vida, sus esperanzas.
No subestimes tu existencia porque todo lo que haces tiene impacto en otras personas; eres importante y vales mucho.
Yo creo firmemente que todos estamos llamados a dejar un legado y es importante no solo definirlo sino también comenzar a construirlo y vivirlo desde ya.
Te comparto algunas preguntas basadas en el estudio de la Ley del Legado que espero te ayuden a trabajar en tu legado:
- ¿Conoces el legado que quieres dejar?
- Comienza por considerar como quieres que sea tu vida.
- Piensa que tu vida es un libro, que dirá tu capítulo final?
- ¿Estás viviendo el legado que deseas dejar?
- ¿Vives de acuerdo a lo que consideras importante?
- ¿Ya escogiste quien continuará tu legado?
- Recuerda que sin importar las posesiones que logres en tu vida, al final solamente quedan las personas. Si sabes cual será tu legado, ya identificaste quien lo continuará?
- ¿Estás entrenando a tu relevo?
- Invierte tiempo de calidad en aquellos que mantendrán vivo tu recuerdo.