Se encuentra un repartidor de una empresa con una persona conocida y ésta le dice en son de broma: “diay, ¿qué hace trabajando un sábado? ¿Qué es esa esclavitud?”
El repartidor le responde: “diay, esa es la vida del pobre.”
Umm, esto me dejó pensando… ¿De dónde sale la creencia de que un millonario no trabaja sábados? O peor aún de pensar que porque uno trabaja sábados es pobre!
Bien se dice que nuestra vida es un reflejo de nuestros pensamientos…
Definitivamente la pobreza no se mide por la cantidad de dinero que tienes en el banco sino por la calidad de pensamientos que albergas en tu corazón.
La vida me ha permitido conocer personas adineradas viviendo vidas miserables, enfocadas en un sufrimiento sin agradecer y ser conscientes de sus grandes oportunidades. También he conocidos personas muy sencillas de bajos recursos económicos que viven una vida de abundancia en agradecimiento y alegría.
Hace unos 23 años tuve un trabajo en donde económicamente de seguro ganaba mucho menos que este repartidor; además era un ambiente de poco o nada de influencia hacia el crecimiento/desarrollo personal y fue tan sólo un pensamiento lo que me hizo salir de ese ambiente y buscar nuevas oportunidades que de alguna manera me ayudaran a lograr mis sueños (en aquel entonces sueños pequeños hasta donde alcanzaba mi nivel de consciencia… Como comprarme un carro o subirme a un avión) . Fue gracias a que albergué ese nuevo pensamiento que logré dejar aquel empleo y comencé a cambiar mi realidad. No te dejes llevar por frases populares como la de este jóven y menos aún las utilices para convencerte de que está bien alimentar el “pobrecito yo”…eso no te llevará adonde brille tu potencial y logres tus sueños. No sé lo que haces hoy pero hay algo que sí sé: Tú estás hecho para más… Comentarios