¿Es usted de las personas que acepta riesgos o de los que les huye?
Yo creo que en toda decisión que tomamos en la vida estamos utilizando lo que llamo “la balanza de riesgos”; en toda decisión ponemos de un lado lo que podríamos ganar y por el otro ponemos lo que entra en juego o “podríamos perder” si nos arriesgamos.
La pregunta entonces no es si analizamos los riesgos ante cada decisión sino más bien, ¿cuál es nuestra posición ante el riesgo?
Si usted es como yo, habrá tomado decisiones que a la postre le han costado dinero, le han costado perder una amistad o por lo menos le han costado un disgusto. Eso es parte de este show que llamamos vida en el cual somos actores sin libreto; personalmente creo que cada una de estas experiencias son parte de lo que se requiere para crecer y aprender a desarrollar nuestro potencial.
El asunto con el tema de tomar riesgos, es que muchas veces no se toman por falta de confianza en si mismos; muchas veces por creer que no tenemos lo que se requiere para lograr el reto o porque vemos los obstáculos más grandes que nuestra propia capacidad o fortaleza.
Para ayudarnos en esta importante toma de decisiones, John Maxwell nos propone tres importantes preguntas:
- ¿Son las potenciales recompensas mayores que el riesgo?
- Eso que esperas hacer, ¿es alcanzable?
- ¿Puede recuperarse del impacto? (si las cosas no salen bien)
Si respondes SI a las tres preguntas, entonces es momento de tomar acción.
¿Se ha puesto a pensar en cómo su renuencia a asumir riesgos podría estar limitando su capacidad de hacer una diferencia? Una diferencia en su vida, una diferencia en la vida de otros, por qué no…una diferencia en el mundo!!!
Quizá haya algo en lo que usted ha venido pensando hacer hace mucho tiempo, analícelo bien con las tres preguntas que le compartí y anímese…no hay forma de perder. Si las cosas salen como espera, habrá ganado sobre la incertidumbre estará feliz con el resultado; y si las cosas no salen como esperaba, habrá ganado una valiosa experiencia que le ayudará a hacerlo de mejor manera en el siguiente intento.
Hoy le comparto este artículo, porque desde hace un tiempo atrás he comprendido que la mejor forma de vivir la vida, es vivir intencionalmente.
¿Está usted viviendo intencionalmente?
